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Foto del escritorAlejandra B.

5 Cosas que cambian cuando reconoces tu poder personal

El trabajo personal no siempre es fácil pero es recompensado cuando notas los cambios que ha traído a tu vida.



La sociedad de consumo no tiene la intención de que reconozcamos el poder personal que tenemos, ya que vive de nuestras inseguridades, pero cuando uno se embarca en trabajar en sí mismo, descubre que la vida puede ser más fácil, que vivir enganchado a cosas que no tienen sentido.


Descubrir tu poder personal es explorar el camino a la verdadera libertad y lograr el éxito y la felicidad que siempre buscaste.

Se dice que los humanos aprendemos por contraste y en mi caso fue verdad, así que para reconocer mi poder personal, tuve que pasar por situaciones, en las que cedí a otros la responsabilidad sobre mi vida y mi felicidad. No es de sorprender, que no haya salido bien.

Al cabo de experiencias muy dolorosas, decidí que un cambio era urgente y dejando a un lado la "incomodidad" de la zona de confort, dí el salto para retomar el control y ahora agradezco haberlo logrado.


Muchas terapias (de todo tipo) y retiros fueron necesarios, para que un día simplemente aceptara, que ninguna persona, ni institución, es la responsable de hacerme feliz, ni de cubrir mis necesidades como adulto, mucho menos de cumplir mis sueños. Nosotros somos los únicos encargados de nuestra evolución y de cómo la queremos ver reflejada en el día a día.


A continuación, profundizo en lo que cambió, después de reconocerme como co-creadora.


1- Te amas incondicionalmente


Los humanos garantizamos nuestra supervivencia al estar en grupo y para pertenecer a uno, hay que sacrificar la libertad personal y cumplir ciertas normas. Como niños esto se replica y entendemos desde muy temprana edad, que sobrevivir depende del amor que nos tengan nuestros padres. De esta manera que "otros" nos amen, se vuelve un tema de vida o muerte y seríamos capaces de cualquier cosa para mantener ese amor, incluso sacrificar aspectos de nuestra personalidad. Esa dinámica, al cabo de los años, sólo reproduce más co-dependencia y depresión.

Para romper este ciclo y ser felices, debemos retomar estos aspectos abandonados, aceptarlos y hacernos cargo de nuestro niño interno- incondicionalmente- como debió ser en un principio.

Esto cambia totalmente nuestra perspectiva; por fin estás de tu lado y aprendes a cuidarte más, a respetarte, a NO aceptar cosas que no te contribuyen y a ser responsable de tus errores de una forma más amorosa, no desde el juicio. Validas tus emociones y las manejas de una forma más constructiva.


2- Dejas de sentirte una víctima


Al realmente ser responsable de tu vida, dejas de querer controlar a los demás, por miedo a que no se hagan cargo de ti. Dejas de depender de que otros cubran tus necesidades físicas o psicológicas y simplemente las cubres tú mismo. Si deseas o necesitas algo, simplemente te lo das o generas la estrategia para lograrlo.

Te sientes fuerte y sabes que mereces más de lo que cualquiera te pueda dar. Al mismo tiempo la ansiedad desaparece, porque sabes que tu bienestar depende de ti. No tienes miedo a no pertenecer.


3- Eres independiente


No necesitas la aprobación, ni el amor de nadie y es el sentimiento más liberador que puedes tener. El mundo es tuyo y las cosas que son para ti, se adaptan a ti.

Incluso en el aspecto laboral, es probable que tengas que hacer ajustes pero al final, encontrarás el lugar más adecuado para ti y tus nuevas capacidades.


4- Actúas auténticamente


Dejas de tener miedo a la opinión de los demás y te atreves a hacer cosas que antes reprimías, ya tienes TU aceptación, no necesitas ninguna otra. Al mismo tiempo ya no sientes la necesidad de juzgar a otros porque los ves con más compasión y empatía.

La gente correcta se acerca a ti, porque eres capaz de tener relaciones verdaderas, desde la autenticidad no desde la carencia.


5- Sabes lo que necesitas cambiar y lo haces


Al tener el control de tu vida, tú decides y sabes mejor que nadie lo que necesitas, si no logras un objetivo, tienes más objetividad para ver lo que hay que hacer diferente, ya que no existe el pretexto de "culpar" a nadie de tus fracasos.


Definitivamente, retomar el poder personal es un camino que vale la pena recorrer, hacer el trabajo no es fácil pero sí es liberador y las recompensas son infinitas.


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