El Despertar Espiritual es un proceso, que lleva tiempo y puede llegar a ser muy doloroso y desconcertante. Cada despertar es único para cada persona, pero se pueden distinguir algunas generalidades, conocerlas, permitirá navegarlas con mayor claridad.
Mi "despertar", comenzó en el 2012, pero hasta el 2017, decidí comprometerme con él, y ha sido una experiencia profunda, -a veces muy dura- pero muy transformadora. En este artículo, explicaré, lo que yo hubiera querido, que alguien me explicará, porque ahora veo que pude ahorrarme, periodos de profunda soledad, incertidumbre y de terror, incluido.
El Despertar Espiritual, ocurre cuando se cae el velo de la ilusión de la realidad y podemos ver más allá de los confines del ego, que es en quién, hemos depositado nuestra percepción del ser, hasta el momento.
Así, el despertar ocurre cuando, por alguna razón el ego, que es nuestro falso ser, se hace a un lado y podemos contactar con nuestro ser verdadero, Ser Superior o Espíritu Original, que es la parte infinita en nosotros.
Las fases del despertar espiritual, son como cualquier otro procesos psicológico o emocional, es decir, no son lineales, ni aparecen en orden, incluso, pueden aparecer al mismo tiempo o en ocasiones no aparecer del todo, por eso cada, despertar es diferente. Además la energía tampoco es lineal, por eso a veces uno cree que siempre va a ir mejorando y cuando sentimos recaídas, pensamos que volvimos al principio, pero es sólo una ilusión, el hecho que haya días malos, no quiere decir que nuestro proceso falló o que algo hicimos mal. Lo mismo con los tiempos, al igual que el duelo, las fases, no tiene una duración en especial, se puede decir una generalidad, pero no es exacta y nuevamente depende de cada individuo.
Estas fases pueden ocurrir rápido o lento, depende del compromiso que le dediquemos, y la resistencia que tengamos, pero al final, todo es parte de la experiencia.
Fase 1- Se cae el velo
Para la mayoría de nosotros puede ocurrir, a través de un evento traumático, una separación importante o un cambio brusco de vida, en mi caso, fue a través de una separación. Este detonante externo, hace que de repente, veas todo con otra luz y no vuelvas a ver la vida igual, es una puerta que se abre y no se vuelve a cerrar. Entiendes de golpe que tú no eres tu ego y que nunca lo fuiste e intuyes que -debe haber algo más- pero aún no sabes qué es.
Por otro lado, no todos necesitamos el detonador exterior, recuerdo que una amiga muy querida, me contó que tuvo su despertar, leyendo un libro, sin evento traumático, ni nada. Ambas formas son válidas, lo importante son las preguntas existenciales que te haces a continuación. Una analogía sería como cuando la semilla se desprende del árbol y reconoce su forma por primera vez. El despertar puede ocurrir de repente, pero esta fase puede durar semanas o hasta meses, en los que se asimila la experiencia.
En ocasiones va acompañado del despertar psíquico también, que es cuando se abre el tercer ojo y podemos tener un nuevo tipo de percepciones.
Fase 2- Infinitas Posibilidades
Esta es la etapa más dulce de todas, en la que por fin, te sientes libre y te sientes conectado con todos y todo, recuerdo tener estallidos de felicidad de la nada y de sentirme tan afortunada y especial, como ningún otro ser humano. Todo es posible y ya no tienes miedo de cambiar de rumbo o de profesión. Es como cuando la semilla, vuela libre, viendo todos los terrenos posibles, en los que puede aterrizar. El corazón se abre o se empieza a abrir y sentimos que estamos destinados para algo grandioso. Desafortunadamente esta fase no dura para siempre, si no un par de semanas, pero el recuerdo nos ayuda a superar lo que viene y en ocasiones se mantiene ahí siempre, de una manera u otra, como al despertar cada mañana o al meditar o ver un atardecer. Recuerdo algunos momentos de mi despertar que sentía duelo y felicidad al mismo tiempo y era divertidísimo (llorar, riendo), pero era difícil de entender, qué estaba pasando o si me estaba volviendo loca o no....Y no, sólo es parte del despertar.
También lo puedo comparar con el significado del arcano del tarot El Mundo o El Universo, en el que, se llega victoriosamente al término de una etapa, sólo para dar un nuevo salto hacia lo desconocido...ajusten sus cinturones.
Fase 3- La Noche Oscura del Alma
Escribí un articulo en exclusivo, sólo para explicar La Noche Obscura del Alma, y se puede explicar cómo cuando la semilla cayó estrepitosamente al suelo. Y ocurre porque al abrir el corazón -en la fase anterior-, también se abre para dar cabida a lo que reprimimos por años. Todas las emociones, de las que nos desasociamos, por ser demasiado dolorosas, vuelven a la luz para ser resueltas, todo los sueños que dejamos atrás, por no considerarnos lo "suficientemente buenos", regresan a acosarnos. Nos duele la desconexión actual de la humanidad, sentimos culpa por las malas decisiones o por haber dañado a los demás o a nosotros mismos. Pensamientos complejos o sensación de volverse loco, son comunes también, sobretodo sí nos llegan, memorias o mensajes de otros niveles de conciencia. Oleadas de dolor intenso pueden paralizarte por momentos.
La resolución de temas o traumas del pasado, se vuelve urgente, incluso de aquellos que no sabemos de dónde provienen y se siente el peso de las ocasiones que nos abandonamos a nosotros mismos. La duración de esta fase puede ser de meses o hasta años, dependiendo la resistencia con la que respondamos y la mayor recomendación que puedo hacer es la de rendirte al proceso, pues eso lo facilita enormemente, y nos ahorramos sufrimiento. Otra cosa, que me pudo haber facilitado esta etapa, hubiera sido la de saber, que yo no hice nada malo, ya que viniendo de la felicidad de la fase anterior, yo sentía que había hecho algo mal y no era verdad, era una ilusión del ego y era inevitable. La aceptación aquí es fundamental.
Fase 4- Conexiones
Después de pasar por la Noche Obscura del Alma, uno comienza a sentirse mejor, casi invencible y con un nuevo propósito de vida. La metáfora sería cuando la semilla, ya en la tierra, entiende que cayó del árbol y que tiene la misión de generar vida. Comenzamos a entender que todos estamos conectados y las conexiones que tuvieron que ocurrir para llegar a dónde estamos, también procesamos, cómo las generamos nosotros mismos, consciente o inconscientemente. Nos ocurren sincronicidades (esto puede ser en cualquier etapa), confiamos en ellas y nos dejamos llevar. También es aquí donde descubrimos nuevos talentos e intereses y tenemos sed de nuevos conocimientos y estudios metafísicos. Esta etapa dura, por lo general, algunos meses, pero las ganas de aprender y nuestro nuevo propósito, pueden que duren por siempre.
Fase 5- El Vacío
Esta fase fue sumamente confusa para mí, porque no estaba pasando NADA y era muy desconcertante, ya que, después de tanto trabajo personal y de tanta actividad, aparentemente NO había resultados tangibles, además, me sentía a la mitad de dos mundos, el mundo que dejé atrás y el mundo que aún no había creado. Lo que me hubiera gustado saber entonces, es que esta pausa era necesaria, para que se concretarán los nuevos cambios y para proyectar mi nuevo Ser.
Sin entender esta fase, es normal que nos decepcionemos y que incluso añoremos, la vida que dejamos atrás, pero hay que tener mucha paciencia y fé en lo que ha de venir y en lo que se ha de gestar. Aquí las recomendaciones son: descansar, mucho amor incondicional, a ti mismo y al proceso y siempre confiar. Personalmente creo que la enseñanza fundamental de esta etapa, es la profunda aceptación y la duración, igualmente, va de meses, hasta años y el equivalente es, cuando la semilla es plantada en la obscuridad y en la calma.
Fase 6- Madurez Espiritual
En esta fase la semilla comienza a crecer sus raíces, y permitimos que la vida se desenvuelva, sin las expectativas de cómo deben ser las cosas y al soltarlas apreciamos la vida como es, no cómo queremos que sea, e incluso llega a ser mejor de lo que imaginamos.
Nos volvemos más abiertos y agradecidos y nuestras emociones están más conectadas a nuestro interior, que a lo que ocurre en el exterior, aprendemos a escucharnos a nosotros mismos, en vez de a ídolos externos. La conexión con todo vuelve, pero de una manera más concreta y cotidiana. Es una felicidad duradera y de sentimientos más arraigados, nos afecta mucho menos, el caos que pasa a nuestro alrededor. También energéticamente estamos más fuertes para lo que venga. La duración de esta etapa es de años, ya que no es un estado efímero o fugaz. Empiezas a entender que eres el soñador y quién experimenta el sueño.
Fase 7- YoSoy mi Propósito
En esta fase, ya has pasado de todo, para convertirte en un ser auténtico, ya no te controla el pasado, tu energía está enraizada y sabes aceptar y ser agradecido, te sientes conectado con todo y tú mismo, te has convertido en la práctica, en tu misión de vida y la empiezas a vivir con más conocimiento del proceso y de ti mismo. Tienes la paciencia necesaria porque sabes que al SER tu PROPÓSITO, hagas lo que hagas, estás en resonancia con él, y aunque siempre va a haber obstáculos, ya no te tambalean como en el pasado. Has pasado todas las pruebas y ya tienes el PODER para crear tu vida y no ser un esclavo de las circunstancias, aunque no tengas todas las respuestas (nadie las tiene). Estás unificado y el aprendizaje es continúo. La duración de esta fase, es en realidad de años y para el resto de tu vida, durante la que te vas perfeccionando y liberando cada vez más. La semilla crece y da frutos.
Para terminar, solo quiero agregar que, el Despertar Espiritual, es la mejor aventura que se puede tener y que vale cada dolor y cada esfuerzo dedicado, hasta que deja de ser un esfuerzo y se convierte en un privilegio. Eres tú a quien buscabas y quién te ha salvado.
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