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Foto del escritorAlejandra B.

8 Cambios para sanar en mente, cuerpo y alma.

Cuando queremos recobrar nuestra salud, comenzamos un camino de regreso a nosotros mismos que en ocasiones puede tornarse confuso, porque nos exige hacer cambios y tomar decisiones que hemos postergado, de una u otra forma, hasta el momento. Aquí exploro los cambios más benéficos, según mi experiencia.


Entendernos como seres multifacéticos, nos puede ayudar, a la hora de buscar estrategias para recuperar la salud de una manera holística. Estar saludable implica que todos los procesos naturales que nos mantienen vivos funcionen en un nivel óptimo y estén alineados. Hay 3 tipos de salud en general; física, mental y espiritual (cuerpo, mente y alma) y tendemos a tratarlas por separado, creyendo que no están relacionadas, pero hemos empezado a comprender que una no es posible sin la otra.


Una sanación holística evitará "tratar los síntomas" de la enfermedad para ir a la raíz del desbalance, llendo más alla del estado físico de la persona, para descubrir la causa, incluso, si ésta no es física.

Esta manera de buscar el equilibrio, considerando a nuestro SER, como un todo, es mucho más efectiva ya que los cambios ocurren en diferentes niveles, son más duraderos y mejoran la calidad de vida a largo plazo.


La medicina del futuro será más integrativa, más preventiva y nosotros seremos más conscientes para tomar la responsabilidad de nuestra salud en nuestras manos. Pero para los que estamos listos, no tenemos que esperar al futuro, afortunadamente ya existen todos los medios para prevenir enfermedades y sanarlas integralmente. El paso número 1, es querer hacerlo, ya que se va a requerir de tu voluntad, para llevar a cabo los cambios necesarios.


En ocasiones el cuerpo se enferma para hacernos ver algo que hemos ignorado, o decidido ignorar, y son en esos momentos, en los que -si uno se compromete a recobrar la salud- los temas en desequilibrio saldrán a flote.


Ante el diagnóstico de un desequilibrio físico o enfermedad, uno inmediatamente, se siente vulnerable y no sabe qué tratamiento seguir, es aquí, que yo recomiendo, buscar toda la información que se pueda al respecto, buscar varias opiniones, si es posible y tomar una decisión consciente del tratamiento médico a seguir y con un doctor al que se le tenga confianza. Estos pasos serán muy importantes para todo lo que está por venir.


Una vez establecido el tratamiento médico adecuado, se pueden comenzar a buscar alternativas complementarias para que se restablezca el equilibrio en el organismo nuevamente. Personalmente he probado cientos de ellas y a continuación comparto una clasificación de los puntos, que son los más importantes ( y fáciles ) de cubrir.


Cambiar los hábitos alimenticios


Para nadie es fácil dejar de consumir productos que nos gustan, pero si se busca un cambio significativo, esto será necesario. Lo ideal es dejar todos los alimentos procesados; el azúcar refinada y el alcohol, que tarde o temprano nos cobrarán la factura al cuerpo, de todas formas. Y no se trata de dejar de disfrutar la comida, se trata de sustituir los gustos nocivos, por otros más naturales y saludables, actualmente hay muchas opciones para todos los gustos y bolsillos.


Incluso existen pruebas de sangre para saber qué alimentos son los que necesitamos consumir y cuáles son los que nos hacen daño. Una visita al nutriólogo y comprar un filtro de agua, son de las mejores decisiones que uno puede tomar, sobretodo cuando empiezan los desequilibrios.


Tener una terapia de acompañamiento


Pasar por una enfermedad, es de los momentos, en los que nos podemos sentir más solos. Hablar con alguien que nos entienda y que no nos juzgue, durante los periodos más difíciles, no tiene precio, porque nos servirá de deshago, al mismo tiempo que nos permitirá profundizar, en qué temas hay que trabajar, para restablecer el equilibrio, incluso podemos llegar a descubrir, la raíz emocional que está provocando el problema.

Las emociones tocan los tres aspectos; cuerpo, mente y alma, es por eso que es importante trabajarlas y resolverlas. Por ejemplo, se dice que el rencor y el resentimiento, son las emociones que más nos enferman, pero a veces, estos sentimientos son subconscientes, por lo que no es fácil descubrirlos, sin un terapeuta.


Conectar con la naturaleza


Pasar más tiempo en la naturaleza, nos oxigena, relaja y recarga de energía al mismo tiempo. Aprender a estar con uno mismo, en el presente, es mucho más fácil de alcanzar en un ambiente natural. Meditar y practicar ejercicios para enraizarnos, traen múltiples beneficios a largo plazo. Respetar el medio ambiente, es otra forma de sanar, porque es hacernos conscientes, que somos parte de un TODO.


Hacer ejercicio


Tener una actividad física y mover el cuerpo de alguna manera es indispensable para la salud física y mental. Dentro de tus propias capacidades puedes encontrar alguna actividad, no tienes que convertirte en un campeón olímpico, pero puedes salir a caminar, bailar o hacer ejercicios en casa. Para mí, el Yoga Kundalini ha sido el ejercicio que más satisfacción y calma me ha generado, para nada soy una experta pero lo disfruto mucho.


Cabe destacar, que ya se ha comprobado el efecto positivo, que tiene por ejemplo; la Biodanza, que es un sistema de autodesarrollo que utiliza música y movimiento para profundizar el autoconocimiento, promoviendo la capacidad de enlazar las emociones y la expresión. Y sostiene el profundizar los lazos con otros, con nosotros mismos y la naturaleza, recobrando la alegría de cuando éramos niños, y liberando traumas, atrapados en el cuerpo.


Conectar con la respiración


Los seres humanos, introducimos, inconscientemente, pausas constantes en la respiración.

Si nos alarmamos o nos sorprendemos, dejamos de respirar, o iniciamos un ciclo respiratorio desigual, lo mismo ocurre cuando nos enfocamos en el pasado o en el futuro. Cada vez que no estamos en el aquí y el ahora, nuestra respiración no está conectada conscientemente, por eso al meditar, se nos pide enfocarnos en la respiración para traernos al momento presente. La manera en la que respiramos, es un reflejo exacto de la forma en la que vivimos; conectados y presentes o desconectados y ausentes. Al seguir un patrón adecuado de respiración, aumentamos la oxigenación, lo que trae múltiples beneficios, físicos, mentales y emocionales. Una respiración adecuada y profunda, disminuye el stress, el dolor, estimula el sistema linfático, refuerza el sistema inmune, aumenta la energía, baja la presión sanguínea, mejora la digestión y además es gratis.


Personalmente, el trabajo de respiración que he realizado hasta el momento y recomiendo, es el de Wim Hof, que se ha hecho muy popular recientemente, ya que refuerza el sistema inmune y muchos de sus practicantes se han recuperado de todo tipo de enfermedades, desde depresión hasta enfermedades auto-inmunes. Es muy fácil de encontrarlo en internet y está traducido a todos los idiomas.


Desprenderte de apegos tóxicos


-No se puede sanar en el mismo lugar, en el que te enfermaste-, esta es una frase muy cierta y aplica física y metafóricamente, ya que si te mantienes en el mismo lugar físico y mental, los resultados serán los mismos. Para restablecer el equilibrio es necesario empezar a hacer cambios y a dejar atrás, todo aquello que nos hace daño. Pueden ser lugares, personas, hábitos, patrones, creencias, costumbres, etc.


Profundiza en todo lo que hay en tu vida y con mucha honestidad, evalúa si aporta o si obstaculiza a tu bienestar. Y aprende a decirle que NO sin culpa, para esto también te ayudará la terapia de acompañamiento.


Tener tiempo para ti


Darte los espacios necesarios para ti, para descansar, para tener un hobby es algo indispensable, descubrir y hacer algo que nos haga felices, al menos algunas horas al día, nos puede llevar por caminos completamente diferentes a los planeados y tu salud, de alguna manera, se verá beneficiada. Regalarte momentos en los que el ritual es puramente amarte, es maravilloso, ya sea; tomarte un té, ver tu película favorita, cantar, cualquier actividad que ames, te hará ver las cosas más positivamente.


Ser paciente contigo mismo


Estás y has pasado por muchas cosas, por muchos cambios y prácticamente estás renaciendo a una nueva vida y manera de ver las cosas, en muchas ocasiones te verás, cayendo en los hábitos negativos y tentaciones pero todo está bien. Cambios tan importantes como estos, se construyen poco a poco, algunos serán más difíciles de dejar que otros, pero eso es lo interesante del camino y de tu auto-conocimiento, te dará carácter, te añadirá profundidad y muy pronto apreciarás haberlo hecho. Roma no se construyo en un día.


Por último, el agradecimiento sincero a cada éxito, a cada solución, a cada medicina, mejorará tu estado de ánimo y te dará otra perspectiva. Siempre hay algo que agradecer.


Y ya para terminar me encantaría decirte que ojalá hubiera recetas mágicas para sanar a largo plazo, y aunque es verdad que todo suma, lo más importante aquí, será tu compromiso al cambio verdadero. Para sanar hay que querer sanar.


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