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Foto del escritorAlejandra B.

El cuerpo que yo habito

Trabajando con mi energía, descubrí que mi cuerpo energético está dividido en dos áreas que funcionan independientemente una de la otra, lo que me permitía, llegar a niveles psíquicos elevados, pero sin poder sostenerlos desde el cuerpo y mucho menos lograr manifestar cambios a nivel físico.


Muchas creencias nos impiden llevar una relación armónica con nuestro cuerpo. Algunas religiones ven al cuerpo como un estorbo para el alma y nuestra cultura lo ve como un objeto más de consumo; lo que nos aleja aún más, de poder habitarlo amorosamente.

El trauma nos desconecta -de una o de otra manera- de nuestro cuerpo, generalmente, de los chakras inferiores -raíz y sacro-, lo que no nos permite habitarlo en su plenitud.

Actualmente estamos aprendiendo a ser más responsables con nuestra salud y nutrición. Y nos estamos dando cuenta, que en el camino espiritual, no se puede avanzar mucho, sin balancear e integrar la sabiduría del cuerpo al alma.

La memoria del cuerpo


La memoria corporal es la hipótesis de que el propio cuerpo es capaz de almacenar recuerdos, además del cerebro. Cuando un bebé tiene sus primeras experiencias, las vive con todos sus sentidos, ya que aún no tiene los recursos intelectuales y emocionales para procesarlas, como por ejemplo; el habla. Usualmente estas memorias quedan no integradas en el subconsciente, con la particularidad de que no se pueden verbalizar, pero basta un detonante para que sintamos una sensación muy fuerte sin procesar, que además no la podemos poner el palabras.


Un trauma no es sólo un evento que haya puesto en riesgo nuestra vida, también pudo ser cualquier situación que nos haya dejado una impresión emocional muy intensa en el subconsciente y en el cuerpo. La mente puede olvidar un abuso pero el cuerpo no. Actualmente como humanidad, estamos sanando colectivamente los chakras raíz y sacro, de todo el trauma sexual y la desconexión con la tierra, es por eso que están saliendo a la luz, todos estos abusos ocultos por años.


El cuerpo sin embargo, tiene el poder de procesar esas memorias, naturalmente, desde su propia sabiduría, ya sea; con actividades como el ejercicio, baile, o ciclos de respiraciones. Y las disciplinas que yo recomiendo para apoyar el proceso son; yoga, meditaciones, biodanza, masajes, acupuntura, procesos desintoxicantes, trabajo energético, terapia psico-corporal y el uso de plantas medicinales.


La fascia


La fascia es una red tridimensional de tejido conectivo que une todo el cuerpo de pies a cabeza, creando un marco flexible que genera compartimentos y a la vez conecta, dando continuidad, coherencia, integridad y protección a toda la estructura corporal. Cualquier trastorno emocional como el estrés, el miedo, la ira, la depresión, o cualquier emoción negativa produce una tensión y un acortamiento del tejido fascial.


Algunas enfermedades crónicas o dolores sin causa aparente, son provocados en su mayoría por un traumatismo físico, por un bloqueo emocional o por una memoria no asimilada correctamente que se almacenan en la fascia, ya que ésta registra todo y lo guarda en su memoria. Para liberarla, existen técnicas para soltar la tensión del tejido fascial, mediante una presión suave y sostenida sobre la zona afectada y como la fascia tiene un efecto de onda expansiva, se genera en un punto, pero afecta a otros más allá de sus límites.


La práctica


Generalmente cuando empezamos a meditar lo hacemos, siguiendo la linea de lo que conocemos y lo que suele ocurrir es que como tenemos un gran condicionamiento cultural, lo hacemos desde la mente y nos disociamos -o sublimamos- las experiencias de la meditación pero sin anclarlas en el cuerpo. Integrar esas experiencias a los chakras inferiores, es lo que va despertándolos y balanceándolos, para que el alma vaya habitando al cuerpo en su totalidad.


En el occidente, la energía del cuerpo y su instinto, no ha sido tan apreciada, para realizarnos espiritualmente como la energía del corazón y del tercer ojo, pero hay que tomar en cuenta que nuestros cuerpos están conectados con la verdad, nos guste o no, con nuestro estilo de vida y con el tiempo presente, es por eso, que guardan gran sabiduría y posibilidades de crecimiento en todos los sentidos.


Si aprendemos a conectar con el cuerpo, a escucharlo y a tomar decisiones desde su energía, la sabiduría del alma se integrará a él y a su sabiduría infinita, lo que nos dará una vida más plena y más anclada a la Tierra.


Yorumlar


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